24 de noviembre de 2023

La dureza del agua y sus efectos

¿Alguna vez ha escuchado hablar del "agua dura"? Acá le contaremos todo lo que necesita saber sobre la dureza del agua.

Es probable que usted en alguna ocasión haya oído o leído acerca del agua dura o agua blanda ¿qué son?, ¿qué las diferencia? y ¿cómo afectan el desarrollo de sus actividades cotidianas?, las respuestas las encontrará a continuación.

Tipos de dureza del agua

La dureza del agua se refiere, químicamente hablando, a la concentración de compuestos minerales que podemos encontrar en este elemento. Usualmente, estos minerales son calcio y magnesio, sin embargo, también pueden aparecer cantidades significativas de cal.

El agua con elevada dureza suele presentarse en zonas costeras o subterráneas, su alto contenido mineral o calcáreo se debe a la cantidad de sedimentos que arrastra. Por otro lado, las aguas de montaña o de pozo contienen menos minerales, por lo que la naturaleza del suelo y la geografía del sitio también influyen.

Para poder determinar la cualidad que distingue al agua, se deberá analizar la cantidad de minerales que la conforman: 

  • Blanda: cuando la concentración de carbonato de calcio es menor a los 150 mg/l. Un buen ejemplo es el agua destilada, cuyo contenido mineral es casi nulo.

  • Semi blanda: cuando la concentración está entre los 150 y 200 mg/l de carbonato de calcio.

  • Dura: cuando la concentración está entre los 200 y 400 mg/l. Esto implicará que hay un alto contenido de calcio, magnesio y cal presentes en el agua.

  • Muy duras: Concentración entre 400 y 550 mg/l de carbonato de calcio.

  • Extremadamente duras: Concentración superior a 550 mg/l de carbonato de calcio.

Efectos del agua dura

Debido al alto contenido de minerales en este tipo de agua, suceden cosas como estas:

  • Electrodomésticos como lavadoras y lavavajillas, sufren una reducción de su tiempo de vida útil. Tal situación no se da con el uso de aguas blandas.

  • Las tuberías se obstruyen y oxidan más rápido, ya que los minerales disueltos en el agua se van depositando o acumulando en su interior, favoreciendo su deterioro.

  • Manchas blancas en grifería, lavabos y utensilios de cocina.

Por otro lado, el sabor del agua se ve alterado por la concentración de los minerales y elementos disueltos. Un agua dura, sabrá peor que un agua más ligera. Pero un agua excesivamente blanda tampoco tendrá buen sabor, lo ideal en este caso es que tenga una mineralización equilibrada para disfrutar de unas adecuadas características organolépticas, tanto para consumo directo como para cocinar.

Lo que se recomienda es pagar a un laboratorio certificado un estudio del agua que tiene en su lugar residencia para determinar el tipo de dureza que presenta y a partir de esto tomar las medidas necesarias.